Se trata de los restos de un antiguo templo, llamado Sepulcro de los monjes porque se consideraba un panteón, pero hoy parece más realista la hipótesis de que esta capilla, de planta octogonal, reproduzca el Santo Sepulcro, casi una anticipación a los peregrinos del sepulcro de Jerusalén.
La construcción, puramente cristiana, se remonta al siglo X. Esta iglesia, aún intacta en el 1621 y dedicada a San Esteban, empezó a deteriorarse en el 1661, hasta convertirse muy pronto en una ruina.